martes, 29 de abril de 2008

Diario de vida Parte X

Continuación Última Cena (o "última vez que me purgo luego de comer, lo juro", que es el nuevo nombre creativísimo que se me ocurrió)


Hambre. Al parecer como todavía no existe la Iglesia, ni se hacen un país propio, ni inventan canciones de misa que sólo deprimen o causan risa (¿"El señor es mi consolador"?), ni tampoco se hacen de un montón de plata, hay que ser austero y comer pan ácimo. ¿Qué es el pan ácimo? Uf, todo un proceso de elaboración, digno de Elgourmet.com.

PAN ACIMO (Para 13 personas -con poca hamabre-)

Ingredientes:

1. Harina.

2. Agua.

Preparación:

- Mezcle la harina con el agua.

Nota: Puede acompañar con vino, porque borracho todo es más rico.

Empezamos a masticar esa cuestión que se pega en el paladar, que no es muy rica pero que es muy entretenida para jugar en la boca ( bien contentos echando tallas y chistes medios herejones) cuando el amigo de todos sale d elo más depresivo y narcisón y se manda EL numerito. Tomó el vino y parándose medio mareado dijo: "Tomad y bebed todos de él, porque esta es mi sangre (después de todo lo que ha tomado, probablemente lo sea), que será derramada por ustedes". De seguro eso último lo dijo porque ese que es medio dudoso había dado vuelta el vino en mi mantel favorito. Luego de mandarse medio litro al seco, y entre los "este farol no alumbra" de todos nosotros, tomó el pan, lo partió en dos, y comiéndose los dos pedazos con cara de asco, dijo: "Tomad y comed todos de él, porque esta es mi carne". Sí, asquerosa idea. También dijo algo de "signo de la alianza" de no sé qué porque a esas alturas yo ya no estaba para acordarme de todos esos delirios. Pero sí se me ocurre qué alianza puede ser, como van las cosas...

Los cuatro más ñoños y figurones tomaban nota atentísimos en sus papiros.


viernes, 25 de abril de 2008

Diario de vida Parte IX

Día IX (o "Última cena Parte 1" como acabo de cranear para que pase a la historia en tomos de Evangelio)
Hippientamente, el ñato organizó una comida de camaradería. Tremendo, maravilloso y guanderful dijimos todos, porque nos encanta comer gratis y en estos días no hay mucha comida. Aparte del alimento para el espíritu, claro, pero ese no llena mucho más allá que sentirse una muy buena persona. Una muy buena persona cagada de hambre, pero buena persona. Debiesen ponernos cartelitos a los que somos buenos y caritativos y todas esas cosas que tenemos que ser (no sé bien por qué, eso sí), así seríamos tan populares como los que son guapos pero malos o tontos. Quizás tendríamos más actividad sexual (aunque probablemente no, para qué engañarse).
Le pregunté al que vendría a ser el Presidente de Curso, el gordito simpaticón ese, dónde sería el asunto y cómo habría que vestirse, porque cuando fuimos al matrimonio famoso yo era el único formal y todos los demás estaban en toga-sport. "En una casa de un gallo que la prestó" respondió mirándome con esa cara tan de seguidor del ñato, tipo "Yo sé algo que tú no pero igual te quiero y te entiendo y te dejo fuera del gozo de los cielos". Esa misma cara que eventualmente usarán sus seguidores mientras nos pidan plata y nos reten por los que no van a misa, si se me permite, claro, la gran ruptura cronológica.
Pese a lo ambiguo de las direcciones, llegué al lugar. Eso, gracias a que en el año 33 en el mundo entero hay como 106 personas y la mayoría o son pobres o inventados o millonarios. Y este gallo no es millonario (todavía) y (creo) tampoco inventado.

miércoles, 16 de abril de 2008

Diario de vida Parte VIII

Día 8
Luego de arduas negociaciones con el Sanedrín (que beto a saber qué es, pero son muchos y usan faldas, bien travesti), de subidas y bajadas de precios, amenazas, insultos, escupos, patadas, excomulgaciones (esas las inventé yo), encabalgaciones, sodomizaciones, perdones, reclamos, canciones de protesta, ceniceros quebrados, lagrimones y negociaciones otra vez, ácordamos un precio. Nada fuera de lo común: 30 monedas de plata, dos super8 (O súperocho o como se escriba) y una máquina para cortar pelo. La última me sirve para trasquilar ovejas y ovejos.
Así que así es, lo voy a vender por eso. Tengo visto un terrenito que se llama así como "valle de la muerte" o "montón de sangre" o "nombre terriblemente horrible y carnicero" para hacer un loft bien recontra cool. Usaré mi dinero bien ganado y mal habido en eso.
El plan para la captura es bien choriflai (¡gracias Papelucho!): vamos a estar comiendo (pero poco, porque al igual que TODO, es pecado), van llegar, me lo agarro y se lo llevan. Bueno, no "me lo agarro", le doy un beso. Fue lo mejor que se me ocurrió, las otras opciones eran cantar una canción de Mocedades a dueto con él, hacerle un lap dance o hacerle un masaje tántrico. Me pareció que el beso era lo menos gay, aunque debo aceptar que propuse antes el lap dance y después el besito. Pero me dijeron que no, que sería realmente horrible verme tratando de ser sexy y para qué andar con cosas, lo sería.
Después de eso mataron una galina y vomitaron, probablemente por la idea de verme bailando sensualote como soy.

jueves, 10 de abril de 2008

Diario de Vida Parte VII

Día 7

Como el azúcar es pecado y todavía ningún europeo va a robarse todo a SudAmérica, no comimos huevitos de chocolate. En vez de eso, optamos por comer maná que nos calló del cielo. Como a mi no me gusta tanto la comida divina, opté por dos plátanos que estaban vendiendo en un servicentro. La última vez que comí plátano alguien me preguntó que qué era eso, y ni entre "bananas", "plátanos" ni "fruta" logré explicarles. Es que es de Brasil, y todavía el país no existe, pero como importadores y negociantes han habido siempre (sobre todo en esta época y fundando religiones), ya los traen. Probablemente en Lan, pero eso no me incumbe.

De puro loco que me vuelvo de vez en cuando fui a hablar con ese del nombre parecido a Califa, que parece que pelea con pañales porque le dicen "Sumo". Antes de irme, el tipo este se me acercó y me empezó a contar una parábola bien tiernucha pero confundidora, tras la cual sin saber cómo terminé pasándole las treinta monedas de plata que me gané vendiendo chalas en el Templo. Despúes lo vi con la única del grupo, así que parece que en eso se gastó lo que honestamente gané.

Al grano. El asunto es que esto de perder protagonismo está siendo ya muy molesto y pensando la otra vez cómo podría hacer para figurar más y eventualmente ser representado por un yanqui en una película sobre mí y mis milagros (que hasta ahora han sido ganar la competencia de quién come más pescado en quince segundos), ¡paf! surge la ideota: qué mejor manera de figurar que TRAICIONAR al "mesías". Sambombazo que sería, portada de todos los diarios impresos en papiro, golpe noticioso.

Tenía todo el plan listo: voy, lo cambio por plata (qué tanto, si ahora todo el mundo vende sus principios por un par de moneditas...ese fue mi comentario panfletero), se lo echan (o le sacan cresta y media, no tiene que necesariamente morirse porque sería fome), me suicido y listo, la posteridad me recordará. Con odio, sí, pero ahora tampoco me iban a recordar con tanto cariño, para qué andamos con cosas. Sobre todo después de jugar futbol con la cabeza de su primo cuando se la cortaron (les traté de explicar que es un deporte, pero dale con que es falta de respeto). Si hasta estoy cachando que al otro gallo que quedó curadísimo y el tipo revivió a cachetazos lo van a querer harto. Ese poh, el Lázaro. Súper curado.


miércoles, 9 de abril de 2008

Diario de vida Parte VI

Día 6
Hoy fue la gota que rebalsó (¿re salvó? mal chiste…) el vaso. Yo estaba hablando con mi compadre Peter que es pescador y fuerte pero no sólo por el olor. Lo molestamos harto, es como medio ñoño pero simpaticón. Y entre talla y talla voy y le digo “ qué hacé, roca!”, así, como argentino porque hablan chistoso y acá también los admiramos para callado.

Al rato el muy copión (y no sólo a mí, ojo, a todas las religiones anteriores también les copia) viene y le dice “Y tú serás la roca de mi Iglesia”. Aparte de lo gay que sonó (no tengo nada contra los homosexuales. Aunque parece que el sí, porque acá no hay ninguno aunque haya ocho que sí parecen en el cuadro que nos pintó Da Vinci) y de la copia barata que sólo suena un poco más protocolar y etiquetona, es una falta de respeto porque ni derechos de autor me pagó, ni una capillita que tenga mi nombre. Que sé yo, alguna cruzada u otro genocidio grandote en mi nombre.
Y bueno, acto seguido va y le empieza a entregar las acciones del Banco del Cano de Vatman, los derechos sobre el diezmo y los teléfonos de los abogados para arreglar asuntos de litigios, tierras, muertes “accidentales” y niñitos tocados.
Mañana tenemos un mitin para pintar huevitos de pascua y estamos hablando con los cabros para hacer sushi.

martes, 8 de abril de 2008

Diario de vida Parte V

Día 5
Planchota. Papelón. Fuimos al Templo (así como un mall, pero sin hamburguesas porque todavía no existen y con minas más tapadas) de shopping y a hablar con un gallo que no responde pero que parece que me quiere un poco. Buenísimo el panorama, todos estábamos que ardíamos de diversión entre gallinas, polvo, milicos y gerentes de división, cuando al este le baja la cuestión y se pone a gritar y a botar cosas. Ok, romper dos cantaritos de greda (que acá tiene otro nombre, pero igual es barro cocido) y matar un par de gallinas (¿?) no es tan grave, pero los gritos…sálveme Dios de eso. Pero él dice que su papá es Dios. Y que él es Dios. O sea, él es Dios y además otro gallo que se llama así como Fantasma Buena Onda. O sea, el gallo es tres gallos, incluso su papá. O sea que le gusta su mamá y esto empieza a ser el sueño de los psicoanalistas burbujosos de libros y vomitosos de cariño. El tipo es tres tipos. Al principio, mantengo, le seguía el cuentito porque es simpático, pero ya ni tanto me gustan sus cuentitos y, para qué andamos con cosas, la única forma de ser más loco que este es empezar a hablar con los animales, ir a la guerra por gusto o creer en el amor. O sea, súper gil.

Bueno, la cosa es que a Dios o a este gallo o a Gasparín le bajó el amurramiento y dale que empezó a echarse cosas y a gritar y yo ya veía que no alcanzaba a escribir ni un pedacito de Biblia porque en vez de crucificarlo se convertía en mocito de algún gallo en la peni. Pero la cosa es que su amigo lo agarró de un alá…perdón, ala (aunque todavía no tiene, pero es cosa de esperar) y se lo llevó a un monte del cual no recuerdo el nombre porque hemos estado en ese de las aceitunas y otros varios más.

lunes, 7 de abril de 2008

Diario de vida Parte IV

Día 4
Estoy perdiendo protagonismo. Hoy entramos a la ciudad esa que no me acuerdo cómo se llamaba. Esa poh, la ciudad santa de todo el mundo. Los muy giles decidieron todos que querían una ciudad santa y decidieron también que iba a ser la misma. Entonces resulta que la ciudad es ultra santa. La verdad es que no es la gran cosa: es como San Pedro de Atacama con un par de gringos menos y un poco más barata. Harto más barata. Yo digo que se eviten problemas y decidan que New York es ciudad santa. Total, si quieren que sea una ciudad santa, o al menos buena, es cosa de sacarle los gringos y listo.

En fin, entramos en la Súper Ciudad esta y ahí adelante iban juntitos los dos, el que seguimos porque la tele está fome y el otro que es su apadrinado. No quiero decir mucho, pero entre las dos J les falta poquito para las dos C. Y no quiero decir mucho más, pero estamos constantemente juntándonos con tipos súper guerrilla y este otro la sigue vendiendo con que la paz, que él va a estar poco y los pobres mucho. ¿Entonces para qué preocuparse?
Al grano. Íbamos entonces re contentos caminando por ahí a punto de entrar en la ciudad y al gallo se le ocurre mejor idea que entrar en un burro. ¡En un burro! Yo le dije que mejor entrar a caballo, que le daba más estilo, que le iban a decir “burrero” y que el animal ese se presta para demasiados chistes. Le conté cuarenta y tres de esos chistes y me respondió una de esas parábolas que son TAN obvias que mejor que en vez de decirme que un samaritano y no sé quién más, sólo me dijera “ayuda a las personas” y tiene la misma llegada.
Volviendo a lo de su amigo especial, la verdad ya me tiene un poco cansado el tema. Tengo que pensar alguna forma de ser yo su mejor amigo y así poder ganarme algún Evangelio según San Yo. Y así cuando los españoles lleguen a América le ponen mi nombre a una ciudad y me hago feriado para que me recuerden con cariño.

Diario de vida Parte IV

Día 4


Estoy perdiendo protagonismo. Hoy entramos a la ciudad esa que no me acuerdo cómo se llamaba. Esa poh, la ciudad santa de todo el mundo. Los muy giles decidieron todos que querían una ciudad santa y decidieron también que iba a ser la misma. Entonces resulta que la ciudad es ultra santa. La verdad es que no es la gran cosa: es como San Pedro de Atacama con un par de gringos menos y un poco más barata. Harto más barata. Yo digo que se eviten problemas y decidan que New York es ciudad santa. Total, si quieren que sea una ciudad santa, o al menos buena, es cosa de sacarle los gringos y listo.



En fin, entramos en la Súper Ciudad esta y ahí adelante iban juntitos los dos, el que seguimos porque la tele está fome y el otro que es su apadrinado. No quiero decir mucho, pero entre las dos J les falta poquito para las dos C. Y no quiero decir mucho más, pero estamos constantemente juntándonos con tipos súper guerrilla y este otro la sigue vendiendo con que la paz, que él va a estar poco y los pobres mucho. ¿Entonces para qué preocuparse?


Al grano. Íbamos entonces re contentos caminando por ahí a punto de entrar en la ciudad y al gallo se le ocurre mejor idea que entrar en un burro. ¡En un burro! Yo le dije que mejor entrar a caballo, que le daba más estilo, que le iban a decir “burrero” y que el animal ese se presta para demasiados chistes. Le conté cuarenta y tres de esos chistes y me respondió una de esas parábolas que son TAN obvias que mejor que en vez de decirme que un samaritano y no sé quién más, sólo me dijera “ayuda a las personas” y tiene la misma llegada.


Volviendo a lo de su amigo especial, la verdad ya me tiene un poco cansado el tema. Tengo que pensar alguna forma de ser yo su mejor amigo y así poder ganarme algún Evangelio según San Yo. Y así cuando los españoles lleguen a América le ponen mi nombre a una ciudad y me hago feriado para que me recuerden con cariño.

viernes, 4 de abril de 2008

Diario de vida Parte III

Día 3


Fuimos a un matrimonio en un lugar que se llama igual que una Iglesia Evangélica. Este último comentario hace perder toda cronología posible, pero esto sigue siendo fruto de mi imaginación, por lo que podría meter aquí a los Transformer y seguiría siendo lo mismo. Incluso podría meterme a hablar de política, pero me da lata y ya hay muchos que hacen eso.


La cosa es que fuimos al matrimonio y fuimos con su mamá. Porque este tipo habla harto de su papá, pero de su mamá bien poco y, entre nosotros, está bien bonita. Claro que anda diciendo que es vírgen y todos la quedamos mirando con cara de “sí, ok, vírgen”. La gente que rodea a este gallo está bien mal.


Estábamos todos ahí en el matrimonio (bien curados, entre cosa y cosa) cuando nos cortaron la cuestión. Que se acabó el vino. Infelices, invitan a un matrimonio y se acaba el vino. ¿Y qué hacen los invitados? Mal que mal nosotros mandamos los regalos (dos pescados, un pan sin levadura, dos biblias sin la segunda parte y cuatro piedras que nos encontramos en el camino. Y un refrigerador) y nos dejaron sin nada.


El gallo nos llamó a todos y nos contó la situación. Que se acabó el vino, que vámonos al Sodoma and Gomorra Lounge, que las minas están malas. Entonces ahí salta la mamá de mi compadre y le dice “Multiplica el vino”. ¿”Multiplica el vino”? Okey, alguien está desvariando.


Pero para sorpresa de nosotros trece, viene el gallo y sometemos a votación. Cuatro pidieron que multiplicara el whisky, dos que multiplicara los tapaditos y ocho que votamos por el vino. El de la barba graciosa estaba en el baño vomitando, así que no valía. Y entonces va mi socio, nos dijo que llenáramos dos tinajas (que son unos jarros como de jugo pero más grandes) con agua. Y nada. Pero nada de nada. Entonces empezaron a servir el agua y no faltó el curado que dijo que el agua estaba mejor que el vino anterior.

jueves, 3 de abril de 2008

Diario de vida Parte II

Día 2.

Hoy decidió que éramos muchos así que iba a escoger sólo a doce. No quiero parecer soberbio, pero la verdad yo creía que era de lo más mejorcito que había ahí. O sea, los demás son pescadores, hay un gallo que no tiene pega, seis leprosos, doce ciegos, una galla que dicen por ahí que le gusta la cosa, otro que parece el joven combatiente, un rubio, dos abogados y tres ingenieros comerciales. A los leprosos les gano fácil porque bueno, son leprosos y se desarman fácil. Al rubio le gano porque habla en un idioma raro y nadie le entiende (en “lengua” según algunos, en “inglés” según yo. Pero qué sé yo.). A la mina no le gano porque es mujer y es la única y además, como dije, le gusta la cosa y ni gil que fuera el compadre.
Mientras escribía esto, los ciegos dejaron de ser ciegos, así que son sólo doce personas poco clasificables. A los ingenieros comerciales no les gano porque él dice que eventualmente le va a servir un buen marketing. A los abogados les gano obviamente porque, bueno, son abogados. Están más cerca de abajo que de arriba.
Dijo que la premiación era a las cuatro. Partió a las cuatro y cuarto porque su primo le estaba lavando el pelo y la cosa se demoró un poquito en eso. Yo estaba más que seguro que salía, por lo menos, tercero. Y tercero de doce es bien bueno.
Pero no. Saqué Diploma de honor, lo que me sirve en caso de que alguno se caiga, muera, emborrache, satanice o estudie derecho (o satanice, pero dicho de otra forma).

miércoles, 2 de abril de 2008

Diario de vida Parte I

Día 1

Hoy nos dijo que lo siguiéramos a un cerro para no se qué. Y ahí todos nosotros, como buenas ovejas, lo seguimos. Personalmente, creo que el tipo es medio megalomaníaco pero le hago caso porque es gracioso y cuenta buenos chistes.

Cuando llegamos al cerro famoso, le tiré el chiste a ver si se reía: “Y te seguimos como ovejitas, ¿eh?”. Error, desde ahí dale con que es el “buen pastor” y nosotros somos las ovejas descarriadas y no sé qué más. Es un poco insultante, pero qué le voy a hacer.

Nos sentamos un rato y de repente empezó a divertirnos, porque si algo bueno hace este tipo es divertir. Tomó un pan solo (porque parece que todavía no inventamos el jamón ni el queso, pero sí la rueda), se lo guardó abajó de un pañuelo y ¡paf que aparecen dos panes! Realmente es un buen mago. Parece que eso se lo enseñó su papá o algo así. Y bueno, después había que comerse el pan famoso. A mí en lo personal no me gusta tanto comer pan solo, y la alternativa era ponerle pescado, pero eso definitivamente es muy gourmet para mí, así que le di mi pedazo (que era bien chiquito, porque el gallo multiplica pero parece que sólo con la tabla del uno) al que estaba al lado.

Probablemente más rato vaya al Mc Donald’s, si encuentro uno en la mitad de Judea del siglo 0.